domingo, 8 de abril de 2012
Lorenzo.
Mi padre solía decir que no hay que fiarse de los pájaros. Son sucios, y traen enfermedades. A él no le gustaban ni libres ni en jaulas. Pensaba que enjaularlos es peor. No le gustaban los pájaros, pero decía que cada cosa es lo que es; tal vez sea cierto.
Yo no soy un pájaro, pero puede que él sí. Le pregunte a dónde iba, si pensaba volver; y me dijo qe no lo sabía. Mintió.
Mientras hablabamos recordé la soledad. La niebla terrible qe te envuelve.
Solamente una vez sentí esa soledad. Tenia seis años y me quedé encerrada en el granero. Un granero sucio y desatendido que estaba a unos metros de mi casa. No sé cuanto tiempo pasó, pero me prometí que nunca más lo sentiría.
Se llevaba sus cosas, y entonces lo ví.
No va a volver.
sábado, 7 de abril de 2012
Como un nudo en la garganta.
lunes, 26 de marzo de 2012
Al final no puedes evitar hablar de ciertas cosas, hay cosas que no queremos escuchar, a veces hablamos porque no podemos estar callados más tiempo. Hay cosas que exceden a las palabras, son productos de la acción, a veces hablas porque no hay alternativa. Otras cosas te las reservas y no siempre, pero de cuando en cuando, algunas cosas hablan por si solas.
domingo, 19 de febrero de 2012
domingo, 15 de enero de 2012
Como el diario de un adolescente.
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